jueves, 7 de enero de 2010

Oh! Oh! Bebé! Oh!


Dicen por ahí que todos los días se aprende algo nuevo, y en realidad puede que no sea diario, pero siempre hay cosas nuevas que desconocemos y siempre es interesante saber.

Hace dos días, durante la habitual comida y conversación con mis amigas de labor, Jess, la muchachona que está esperando a su sengundo chícharo (nombrado así por ella), nos contaba como fue su parto, lo largo y doloroso que resultó; la verdad es que mientras ella lo contaba a mi me parecía una historia de terror y harto mello! :S y al parecer instintivamente cruce mis piernas... jajaja si, si me espante bastante, no es sencillo escuchar que dentro de ti se mueve no sé que y que todo cambia, que sale una chamaco y bla bla bla.

Bueno, pues ella nos contaba que hay una cosa que se llama "parto orgásmico" y que las afortunadas señoras que habían tenido esa experiencia, no sufrieron en lo absoluto, que por el contrario, tuvieron el mejor orgasmo de su vida, que hasta sonreían mientras sucedía.

Después de buscar en el sabio internet, resulta que si existe el término y se supone, que hay señoras que confirman haber tenido esta celestial experiencia. En una página decía que una señora en Hawaii tuvo un parto de 12 horas y que de todo ese tiempo sufrió orgasmos durante 2/3 del tiempo total.

Yo solo puedo pensar que en realidad es masoquista y le gusta el dolor o mientras concebían al chamaco su marido usó una caja de Multi Oh! y el niño absorbió todo el poder del producto jajajaja porque no es para los que no pueden, sino para los que quieren más! jajaja

Yo por eso digo, que por si si o por si no, esto es verdad, hasta no tener la convicción de querer un bebé, digamos SI al anticonceptivo.

3 comentarios:

  1. Bueno, de sufrirle a gozarle, pues mejor a gozar no? jajaja

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  2. Wow, pero es muy común o sólo las sras con suerte? depende de algo o como?

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  3. Debe ser una mujer con muuuuuuuuuuuuuuuucha suerte, hermosa, porque fuera de eso no es lo más placentero ni hermoso que te pintan en la vida; de hecho es un recuerdo más bien bizarro que lo dejas aislado en algún lugar de tu memoria; contando únicamente cuando te dan al lindo chiquilín en tus brazos.

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